Soy diabética y quiero embarazarme

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Por. Dra. maría Esther Zurita
Universo Médico

A pesar de los avances médicos, los bebés de mujeres con diabetes, especialmente las mujeres con un pobre control de sus niveles de glucosa, presentan un mayor riesgo de que sus bebés presenten malformaciones congénitas.

La glucosa elevada y las cetonas (sustancias que en grandes cantidades son tóxicas para el cuerpo), pasan a través de la placenta hacia el bebé. Esto incrementa las probabilidades de presentar malformaciones al nacimiento.

Por esta razón, el buen control de la glucosa antes de quedar embarazada es muy importante. La mayoría de las mujeres no saben que están embarazadas hasta dos o cuatro semanas después. Durante las primeras seis semanas de embarazo se forman los órganos principales del bebé. Esto incrementa las posibilidades de que el mal control de la glucosa afecte.

Como estas primeras semanas son tan importantes para la formación de tu bebé, necesitas planear tu embarazo. Si tus niveles de glucosa no están adecuadamente controlados, tu médico y especialmente tú, deberán esforzarse en lograr esto, sería buena idea concentrarse en un excelente control de la glucosa de tres a seis meses antes de que planees quedar embarazada. Esto te motivará a mantener el buen control de la glucosa durante y después del embarazo.

¿Cómo es que los niveles alterados de glucosa causan problemas?

Cuando la glucosa extra está en tu sangre, el bebé obtiene también esta glucosa de más. Todo este exceso de azúcar hace que el bebé sea demasiado grande y gordito. El parto de bebés grandes es especialmente difícil para la mamá y el bebé.

Como el bebé está recibiendo azúcar de más, el páncreas de tu bebé genera más insulina. Después del nacimiento, es difícil para el bebé dejar de producir esta insulina de más y deberá ser vigilado cuidadosamente para evitar que sus niveles de azúcar (glucosa) bajen peligrosamente.

Por alguna razón, la ictericia ocurre más frecuentemente en los bebés de madre diabética. La ictericia es una coloración amarillenta de la piel causada por la disminución de la capacidad del cuerpo para procesar los glóbulos rojos envejecidos de la sangre lo suficientemente rápido. Este problema desaparece rápidamente con tratamiento.

Fuente: American Diabetes Association

Dra. María Esther Zurita

Ced. Profesional 6115704