Dermatitis Atópica
Desde pequeños comienzan con manchas enrojecidas, que generan mucha comezón y molestias, presentando típicamente reacción a alergenos del medio ambiente. Si es así, puede tratarse de dermatitis atópica, una de las manifestaciones alérgicas más comunes de la infancia, que puede preceder a rinitis alérgicas o asma.
¿Qué es?
Se trata de una enfermedad crónica de la piel que suele ser recurrente y afecta comúnmente en la infancia temprana y la niñez. Suele asociarse a otras manifestaciones alérgicas como rinitis alérgica, historia familiar de alergias y asma.
¿Qué características tienen las lesiones? ¿Cómo las identifico?
Hasta el 50% de los pacientes desarrollan el padecimiento en el primer año de vida, hasta el 80% de los pacientes con dermatitis atópica podrán desarrollar rinitis alérgica o asma en la infancia.
Las consecuencias se presentan en el rascado, con liquenificación (erosión y resecamiento de la piel) y lesiones eccematosas (rojizas, con tendencia circular y que producen comezón, pueden estar elevadas y presentar inflamación y salida de líquido transparentoso). Conforme pasa el tiempo y el padecimiento no es tratado, al cronificarse van apareciendo lesiones elevadas más duras o fibróticas, con marcas acentuadas por el rascado y placas de piel engrosada. Es posible encontrar en los pacientes con dermatitis atópica crónica lesiones de las distintas etapas al mismo tiempo.
Los patrones de distribución de las lesiones pueden variar según la edad del paciente y la actividad de la enfermedad, siendo más comunes las presentaciones en cara, cuero cabelludo y dorso de las extremidades en la infancia, respetando el área del pañal.
En niños mayores o pacientes con enfermedad crónica se encuentra afectación a zonas de pliegues de la piel. Al retirarse con el crecimiento, suele dejar a un adulto con tendencia a la comezón y a la inflamación al exponerse a irritantes del ambiente.
¿Qué la causa?
Es causada por una interacción compleja entre diversos factores, ellos son: factores genéticos (antecedentes familiares), características de la piel, factores farmacológicos y sobretodo inmunológicos. Se ha encontrado en los estudios científicos que estos pacientes presentan niveles elevados en sangre de eosinófilos y de inmunoglobulina E (factores implicados en las alergias). Existen diversos factores que desencadenan la respuesta inmunológica de alergia, estos factores son llamados alergenos.
La exposición a determinados alergenos puede inducir respuestas como la dermatitis atópica. Entre los alergenos principales encontramos alimentos, aeroalergenos, microbios, entre otros.
Frecuencia en la población
Se calcula una prevalencia infantil del 10 al 20% en países industrializados como EUA, Japón, y regiones de Europa, África urbanizada y Australia.
En adultos se presenta del 1 al 3% de la población. Es levemente más frecuente en mujeres que en hombres.
¿Qué síntomas o molestias genera?
Prurito o comezón intensa y reactividad en la piel son las señales iniciales de la dermatitis atópica. La comezón puede presentarse de forma intermitente a lo largo del día, aunque suele empeorar durante las primeras horas de la noche.
Se ha documentado que los pacientes con dermatitis atópica tienen un umbral de tolerancia a la comezón menor al resto de la población, pudiendo reaccionar con comezón o prurito hacia múltiples alergenos, niveles bajos de humedad, sudoración excesiva e irritantes del ambiente en bajas concentraciones como detergentes, jabones, acrílicos, etc, todos los cuales pueden exacerbar la comezón y el rascado.
Es importante mencionar determinadas complicaciones que pueden presentarse a consecuencia de la dermatitis atópica:
- Problemas oculares: inflamación de los párpados que puede ocasionar lesiones en la córnea. Es común que varios pacientes presenten manifestaciones alérgicas oculares como son conjuntivitis vernales, queratoconjuntivitis atópica, etc.
- Infecciones en la piel pueden sobrevenir después de la lesión de la piel por el rascado, permitiendo la entrada de virus o bacterias.
- Dermatitis de las manos, frecuentemente agravada por mojarse o lavarse repetidamente con desinfectantes, jabones o detergentes.
- Dermatitis exfoliativa, una forma más severa que implica enrojecimiento, toxicidad, costras, escamas, inflamación de ganglios y fiebre. Esta complicación es poco común, pero puede poner en riesgo la vida. Suele deberse a una sobreinfección por virus o bacterias con irritación contínua de la piel o tratamiento inadecuado.
¿Cómo se diagnostica?
La observación directa de las lesiones y la historia clínica conforman el principal método diagnóstico. Podrá ser confirmado por estudios como pruebas cutáneas de alergia y niveles en sangre de inmunoglobulinas E, la mayoría de pacientes suelen presentar niveles elevados de eosinófilos en sangre a su vez.
¿Cómo se distingue de otros problemas de la piel?
Es importante que estas lesiones sean valoradas por un clínico experto, quien diferenciará de otros problemas dermatológicos que pueden asemejarse a la dermatitis atópica, como pueden ser:
- Dermatitis seborreica (visite los artículos en esta misma sección)
- Dermatitis por contacto
- Impétigo
- Psoriasis
- Líquen simple crónico
- Candidiasis
- Ictiosis
¿En qué consiste el tratamiento?
Para que el tratamiento de la dermatitis atópica se efectivo, deberá de ser sistemático y multifocal, incorporando una hidratación adecuada de la piel, tratamiento farmacológico y la identificación y eliminación de factores como irritantes, alergenos, infecciosos y disminución de estresantes emocionales. Consulte oportunamente a su médico para aprender a prevenir el avance de la dermatitis atópica.
Médicos ESPECIALISTAS encargados de diagnóstico y tratamiento
El médico general o familiar frecuentemente será quien realice la detección inicial de los casos, pudiendo derivar y solicitar la opinión de un Dermatólogo Especialista, quien se hará cargo del manejo especializado y seguimiento del paciente con dermatitis atópica. Participarán en este manejo el Pediatra y en algunos casos el médico especialista en Alergología e Inmunología.
CONCLUSIÓN:
El manejo integral de la dermatitis atópica deberá ser un manejo integral que incluya tratamiento farmacológico y la evitación de los factores alergenos. El objetivo será que el paciente con dermatitis atópica lleve una vida sana, equilibrada y bien adaptada. Consulte a su médico oportunamente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- Color Atlas and Synopsis of Clinical Dermatology. Common and Serious Diseases. Thomas B. Fitzpatrick et al. McGraw Hill.
- Clinical Dermatology: A color guide to diagnosis and therapy. 4ª edición 2003. Thomas P. Habif.
- Sauer’s Manual of Skin Diseases. John C. Hall. 8ª edición 2000.
- Todo sobre la Dermatitis Atópica. Asociación Nacional para el Eccema.
Escrito por el Dr. José de Jesús Pérez Verano
Médico Cirujano y Partero C.P. 105076